Centro Cultural Querencia
Ciudad de Buenos Aires
Argentina

...por una sociedad como si las personas importaran...
 

domingo, mayo 25, 2008

Carta de lectores

Diario La Nación, domingo 25 de mayo de 2008.-

Señor Director:

"Sólo en 2007, un pueblo cordobés de 4500 habitantes, con el viejo esquema de retenciones le aportó al Estado 96 millones de pesos y al pueblo, Inriville... ¡nada!

"Dividiendo hipotética y equitativamente entre nación, provincia y municipio, el intendente hubiera recibido 32 millones de pesos, ocho veces el presupuesto municipal. Con 32 millones, duplicaría sueldos de policías; maestros; empleados de la salud, municipales (4 millones de pesos); se haría cargo de todos los jubilados doblando lo que ganan, con mínimo de 2000 pesos (2 millones de pesos); cubriría la necesidad de 150 viviendas (10 millones de pesos). Con los 16 millones restantes ¡sólo de 2007!, pavimentaría, terminaría la obra de gas, tendría cloacas, sala de partos, de terapia intensiva, y polideportivo.

"Si en 2007 cada municipio hubiera recibido un tercio de lo aportado, ¡no más cordones de pobreza rodeando ciudades! Problema pobreza en vías de solución. Pero hubiera surgido algo gravísimo en el conurbano: ¿dónde conseguir votos? Porque estos mismos pobres de hoy estarían gozando de la alegría que da continuar viviendo en el interior, trabajando y disfrutando de una vida digna."

Irene Pérez Bourbon
ipb@fibertel.com.ar

lunes, mayo 05, 2008

Carta abierta de un maestro rural a la Presidenta



Señora Cristina:


Si ya sé. Debería haber dicho Señora Presidenta. No se enoje, pero intencionalmente he querido darle a mi carta un tinte de vieja escuela rural, esas que usted tanto pondera.


Y contarle, decirle, porque quizás usted no lo sepa o lo haya olvidado, lo importante que fueron los trenes rurales para nuestra querida patria. Mis alumnos siempre me enseñan en los trabajos que realizamos la importancia del tren en el campo. A través de los recuerdos de sus mayores me traen viejas historias repletas de orgullo y de nostalgias.


Me dicen por ejemplo cuando los pueblos rurales, nacidos a la vera de las estaciones de campo recibían los cereales estibados en largos y sólidos galpones para luego ser llevados a puerto.


O las vacas que esperaban desde el día anterior para ser transportados a las ferias. Si se podían oír sus mugidos durante las noches y el griterío de la peonada por las mañanas cuando las subían los vagones.


Los más viejos aún recuerdan las duras madrugadas de invierno cuando esperaban en las puertas de las tranqueras el paso del lecherito, ese tren que paraba en todos los tambos que orillaban las vías.


Y tantas cosas más, como esas tardes de verano cuando los jóvenes se acercaban a las hermosas estaciones de madera para esperar la llegada de los vecinos que volvían de la Capital, o ver arribar a esos primos que venían a pasar unos días; cuánta ansiedad, ese tren que no llegaba más…. Pero llegaba, siempre y a horario y además con encomiendas, repuestos, cartas, medicamentos.


¡Sí hasta los presidentes hacían su campaña política en tren! ¡Parece Mentira!


El tren no sabía de malos tiempos ni de embotellamientos, quizás no era muy rápido pero era muy seguro, cumplía y los pueblos rurales prosperaban a su cobijo. El tren era correo para unos, salud para otros, estudios para aquellos, pagos, afectos, noticias, cultura, educación, pero por sobre todas las cosas era para todos la sensación y la certeza de pertenecer a una misma sociedad, a un mismo país.


Eso no tiene precio, no tiene igual, no es comparable ni reemplazable por nada.


Luego vinieron dictaduras militares que devastaron nuestros sueños y prepotencias democráticas que no los repararon. Se acuerda Señora de “ramal que para, ramal que cierra”, un presidente de su propio partido amenazó y cerró estos servicios. ¡Cuánta tristeza! ¡Cuánta impotencia!


Nuestros pueblos rurales empezaron a languidecer, algunos ya no existen, otros deambulan en una especie de purgatorio, la mayoría resiste a desaparecer. Pero no es fácil, aislados, rodeados de caminos sin asfalto o en mal estado, sin peso político.


Usted sabe de esto porque la Patagonia sufre de estar lejos.


El tren, el viejo tren es el vehículo más democrático, no se necesitaba ser rico para viajar, es más, en él viajan todos juntos, todas las clases, todas las gentes, sin otra distinción.


Yo soy docente en un CEPT (Centros Educativos para la Producción Total), una escuela de alternancia bonaerense que precisamente trabaja en la estación de trenes de Ireneo Portela, (partido de Baradero). La comunidad, sabiamente, transformó una vieja estación abandonada en un lugar de estudio y progreso. La Argentina de la mediocridad, la mentira y la corrupción fue reemplazada por la de la esperanza, el trabajo y la dedicación. En esos ramales casi muertos los pibes aprenden a ser mejores técnicos y mejores personas. Fue una hermosa y lúcida manera de transformar la decadencia en progreso y que nuestro pueblo rural tenga un soplo de vida nueva.


Con mis alumnos leímos la conferencia donde usted anuncia la llegada del “tren bala”.


Este pasa por nuestra querida estación, ya hablan de trasladarnos, de llevarnos a un edificio moderno, lejos de la turbulencia de este bólido.


Señora Cristina; queremos contarle por si usted no lo sabe, que no es ese el tren que mis paisanos necesitan, no queremos uno que pase a toda velocidad uniendo grandes ciudades, necesitamos el viejo tren (un poco más arreglado claro) que pare todas las mañanas y todas las tardes. Que lleve nuestros productos, nuestra gente, que nos de vida, no que nos muestre fugazmente un lujo que no nos pertenece.


Si los pueblos rurales se siguen muriendo mucha gente irá al conurbano donde los esperan trenes rotos, desvencijados también, que nuestros compatriotas sufren a cada día.


Mis alumnos me preguntan si usted quiere un tren bueno para ricos y ricos y no volver a los trenes rurales de nuestros abuelos... ¿Qué les decimos Señora Cristina?


Mientras tanto los pueblos rurales esperan. Esperan que una bala veloz no les deje roto un maltrecho corazón y los deje definitivamente fuera de la sociedad.


Oscar DINOVA,
Profesor de Ciencias Sociales
DNI: 12109132 / TE: 02324-15581983


PD: Los chicos le envían una foto de nuestra escuela y la esperan. No se olvide que en días de lluvia es difícil llegar…. porque no está el tren rural, claro.


[Tomado del diario Perfil del domingo 4 de mayo de 2008.]


viernes, mayo 02, 2008

Orígenes de la Villa de Luján de Cuyo

(AICA) Luján de Cuyo (Mendoza), 2 de mayo de 2008.

El próximo 11 de mayo se cumplen 153 años de la creación de la Villa de Luján de Cuyo, en la provincia de Mendoza; 150 años de la erección como parroquia de la capilla dedicada a la Patrona de la Argentina; y 200 años del primitivo oratorio a cuya sombra se originó la población que hoy forma la progresista ciudad de Luján de Cuyo.Breve historia de sus orígenes


A principios de 1770, siendo esta zona aledaña al río, y paso de carretas que se dirigían al Sur, especialmente hacia San Carlos y San Rafael, y también hacia Buenos Aires, se cuenta que en esa época el dueño de una de esas carretas al llegar a destino se enfermó gravemente y pensó regresar a Mendoza para morir allí.


Habiendo oído hablar en Buenos Aires de las Gracias concedidas por Dios, por mediación de la Virgen de Luján, hizo la promesa de que si se curaba de su enfermedad, traería una imagen de la Virgen de Luján a su tierra natal para que sea venerada por los paisanos.


El carretero no murió y atribuyó su completo restablecimiento a la intercesión de la Virgen de Luján a la que, con la fe del campesino, le había pedido que le devolviera la salud.


Ya curado de su enfermedad, este paisano se llegó al santuario de Luján en Buenos Aires para agradecer la gracia recibida, y allí mismo consiguió una imagen de la Virgen de Luján que con mucho amor, trajo a su regreso a Mendoza. Como poseía una propiedad a pocas leguas de la ciudad de Mendoza, hizo construir un pequeño oratorio donde entronizó la imagen de la Virgen que trajo de Buenos Aires.


Muy pronto los vecinos de la zona comenzaron a acudir al oratorio para pedir la mediación de la Madre de Luján. Así la devoción se fue extendiendo hacia otras regiones de la provincia y comenzaron a acudir peregrinos de diversos lugares, pidiendo ayuda para la solución de sus problemas más diversos, y depositando en manos de la Virgen su fe y esperanza.


En torno a este oratorio se fueron levantando poco a poco algunos ranchos para albergar a los devotos que permanecían días enteros entregados a la oración. Esto dio lugar a que se formara una población, que debido a su piadoso origen, se la denominó por voluntad popular “Villa de Luján”.


Con el tiempo la Villa de Luján fue tomando mayor importancia, no sólo por las peregrinaciones, sino también por ser el paso obligado de arrieros y carretas, y lugar de descanso para los viajeros desde y hasta los fuertes de San Carlos, San Juan Nepomuceno y San Rafael, además de los que pasaban a Chile tomando el camino por los pasos del Portillo y del Planchón.La primera capilla de la Virgen de Luján en Mendoza.


Como el primitivo Oratorio resultara chico para albergar a tantos fieles, a comienzos del 1800 se levantó una capilla, que fue la primera erigida en honor de la Virgen de Luján en la provincia de Mendoza.


Su construcción se realizó originariamente sobre el costado Oeste de la actual Plaza Departamental, más o menos en el lugar en donde se encuentra hoy el edificio de la Municipalidad.


Más tarde se construyó el templo actual en la calle Santa María de Oro 298, de estilo románico, que en 1857 fue erigido en sede parroquial.Creación de la Villa de Luján.


En 1855, durante el gobierno de Don Pedro Pascual Segura, se ordenó la creación de las Villas de San Vicente y de Luján con un decreto de fecha 11 de mayo de 1855, que decía: “El Gobierno de la Provincia considerando: que el aumento de población en los departamentos de San Vicente y Luján, su adelanto y el gran desarrollo de su agricultura, la necesidad que se nota hace tiempo de dividir su curato en dos; que en San Vicente hay una plaza pública y una capilla, lo que le da el carácter de villa; que en Luján también hay una capilla, y que por su extensión y el número de sus habitantes, puede formar también una villa; que esta división sería muy conveniente para la mejor administración de los intereses judiciales y mayor vigilancia de parte de la policía, acuerda y decreta: Créanse dos villas en San Vicente y en Luján denominadas, una “Villa de San Vicente”, y la otra “Villa de Luján”.


La Villa San Vicente es hoy el departamento de Godoy Cruz. La Villa de Luján es hoy cabecera del departamento de Luján de Cuyo, llamado también “la tierra del Malbec”, con una población de 110.000 habitantes. El Departamento tiene una extensión de 4.847 kilómetros cuadrados y abarca una extensa y desértica zona cordillerana donde se ubica el Parque Provincial Volcán Tupungato.+


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